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La historia de Gestión Internacional (Mi) es la historia de la construcción de un proyecto académico colectivo. Al igual que con el trabajo artístico del grupo “Les Ogres de Barback[1]”, el camino inicialmente parecía completamente bloqueado. Uno de los editores de la Academy of Management Review, a quien consultamos cuando se fundó nuestra revista, nos dijo: “No tienen ninguna posibilidad de crear una revista de calidad. ¡Las barreras de la entrada están demasiado altas!”. No estaba del todo equivocado si se hubiera tratado de una nueva revista clásica. Pero Mi no era nada clásica. A la revista se la definió como la revista de los investigadores del futuro quienes aspiraban a un debate amplio de ideas que el idioma o la cultura no puedan impedir, y que confiaban en que es posible construir conocimiento sin mezquindades y sin maldades.
Al contrario que con el culto a las estrellas del éxito, Los Ogros de Barback habían decidido que el valor de su comunidad era más importante que el éxito a corto plazo. Así, por ejemplo, todos los miembros del grupo musical eran iguales y recibían igual remuneración. Veintiocho años después, su originalidad fascinante es la fuente de un éxito duradero. Como para ellos, para Mi el principio básico era el construir una comunidad dinámica de jóvenes investigadores y crecer con ellos. HEC Montreal y varias instituciones francesas de alta calidad apoyaron con entusiasmo el proyecto. Muchas asociaciones se reconocieron en el enfoque y fomentaron su desarrollo.
La construcción de una comunidad original de investigadores experimentados y solidarios requería tres reglas: respeto, rigor, refuerzo. A los investigadores jóvenes, en esa época, se los descuidaba, degradaba y, en general, no se los respetaba. MI los valoró y alentó. Los editores pidieron a los evaluadores que fueran exigentes, pero respetuosos y educativos. Los jóvenes investigadores necesitan aprender el oficio que permite el desarrollo del conocimiento. Este trabajo es técnica, epistémica y psicológicamente difícil. Por tanto, también es necesario educar la confianza como se educa el método. El apoyo psicológico a veces es más importante que el apoyo técnico-epistémico. Los jóvenes investigadores, ahora académicos respetados por sus múltiples contribuciones, fueron formando así una comunidad dinámica y segura orientada hacia logros extraordinarios. Al diferenciarse y tener éxito, también contribuyeron al carácter distintivo de Mi.
Aún si las instituciones académicas se muestran tendenciosas oponiéndose a los proyectos de investigación y publicación que no están expresados en inglés, el enfoque multilingüe de Mi fue una bocanada de aire fresco para muchos colegas de habla francesa, española e incluso portuguesa. Es también la expresión de la convicción de que el conocimiento es más rico si se abre a diferentes idiomas y culturas. La legitimidad y reputación crecientes de Mi lo confirman.
El camino del conocimiento es interminable, impredecible. Mi sigue con su camino y crece como los miembros de su comunidad. El crecimiento trae sus beneficios, pero también sus tensiones y dificultades. Después de dos décadas de logros ejemplares, Mi debe ir aún más lejos. En particular, debe convencer constantemente de que su calidad continúa mejorando. Ahora es una organización que debe demostrar no solo su calidad técnica, sino también sus cualidades de gobernanza y contribución a la sociedad. Muchas personas han colaborado con su talento y energía al desarrollo de la revista. Se hicieron cargo del proyecto, cada uno a su vez. En particular, las contribuciones de los dos últimos editores, Patrick Cohendet y Bachir Mazouz, son invaluables y el comité editorial, el cual supervisa la gestión de la revista, lo reconoció al otorgarles a ambos el título de Emérito. Bachir y Patrick llevaron adelante el proyecto, el primero durante dos décadas y luego juntos durante la última. En 2020, sintieron que era el momento de pasar la dirección a personas nuevas que forman parte del proyecto y con ideas que pueden extender la filosofía original. Chantale Mailhot y Yan Cimon han accedido generosamente a asegurar una transición que ha permitido al comité editorial reflexionar sobre los perfiles susceptibles de brindar un nuevo impulso a la revista. Tras una amplia consulta, la elección recayó en septiembre de 2022 en un colega de calidad indiscutida, Franck Barès, con una trayectoria en investigación y gestión universitaria sobresaliente. Franck es profesor titular en HEC Montreal. Todos nos estamos movilizando para permitirle aportar contribuciones tan significativas como las de sus predecesores.
Gestión Internacional (Mi) necesita su apoyo y sus contribuciones. Sus líderes también están abiertos a sus sugerencias y recomendaciones. No dude en interactuar con Franck y todo el equipo. Mi es el resultado de la colaboración de toda una comunidad y realmente tiene la intención de seguir siéndolo... a imagen de sus esperanzas.