Article body

En el panorama de los estudios de los lenguajes de especialidad desde una perspectiva histórica, el grupo de investigadores agrupados bajo el nombre HISTRADCYT (Historia de la traducción científica y técnica) de la universidad de Valencia (España) es una referencia desde hace varios años. Su equipo de investigadores está formado por estudiosos preocupados por las relaciones establecidas históricamente entre las culturas de habla española y francesa y específicamente en el ámbito del intercambio de conocimientos científico-técnicos, generados principalmente a partir el siglo XVIII. Dentro de las actividades de este equipo de investigación Julia Pinilla y Brigitte Lépinette editan el volumen monográfico Reconstruyendo el pasado de la traducción IV. Traducción, enseñanza, terminología, dedicado al estudio de las conexiones entre la circulación del saber académico y el rol de la traducción, con la particularidad de fijar su objetivo en los instrumentos de difusión pedagógica del conocimiento de especialidad y especialmente en los manuales o libros de texto redactados en francés traducidos, o adaptados, en lengua española. El volumen que ahora presentamos es la continuación de tres libros anteriores, también dirigidos por las mismas editoras, donde se habían tratado temas en relación con la historia de la traducción: el rol general de la traducción en la circulación del discurso científico-técnico (volumen I, Lépinette y Pinilla 2016), la labor de los editores e impresores en las obras traducidas del francés en el siglo XIX (volumen II, Pinilla y Lépinette 2017) y la transmisión del saber médico de Francia a España durante el marco temporal XVIII-XIX (volumen III, Lépinette y Pinilla 2019).

Este cuarto volumen, publicado en la granadina editorial Comares en el año 2020, contiene trece capítulos donde se encuentran valiosas informaciones sobre el cruce de caminos intelectuales que supone el binomio enseñanza y traducción. Abre el libro la contribución de José Ramón Bertomeu Sánchez (“Pensar históricamente la ciencia en las aulas (1800-2000): nuevas perspectivas, desencuentros y zonas de convergencia”) que sirve de introducción metodológica y pone en perspectiva las temáticas que interesan en este volumen. El resto de trabajos abordarán desde diferentes ópticas hasta ocho campos del saber: electricidad (con la contribución de José Antonio Moreno Villanueva), música (Natalia Campos Martín), gramática (Brigitte Lépinette), medicina (Susana María Ramírez Martín, Noelia Micó Romero, María Pilar Castillo Bernal y Elisa Sartor contribuyen cada una con un capítulo), química (Ignacio Suay-Matallana), historia (José María Castellano Martínez) y pedagogía (con dos capítulos diferentes firmados por Cristina González Hernández y por Manuela Álvarez Jurado), derecho (Hugo Marquant).

Aunque pueda considerarse que cada autor aporta su visión particular de un campo de especialidad (música, química, electricidad, etc.) con una metodología específica (lingüística, traductológica, bibliográfica, etc.), los trece capítulos del monográfico pueden federar sus visiones en torno a dos grandes temáticas: la explicación del contexto de gestación de la traducción y la descripción material del tipo de traducción.

El primer eje científico, tratado por prácticamente todos los capítulos, sitúa históricamente cada una de las ciencias estudiadas por los autores así como el modo de transmisión de la enseñanza de cada disciplina para poder así abordar el estudio de la traducción de los manuales tomados como objeto de estudio, tratando al mismo tiempo la difusión y vulgarización de los saberes y su contexto socio-cultural.

El segundo eje científico aborda la materialidad misma de la traducción, principalmente su lengua y su formulación textual. Este eje permite profundizar en aspectos relacionados con las decisiones de los traductores que se ven en muchas ocasiones sometidos a reformular, adaptar, sintetizar (o incluso amputar) los textos fuente. Como telón de fondo, observaremos en este eje la tensión entre el eterno debate traductológico de fidelidad al texto fuente o adaptación de la traducción al público lector.

Las aportaciones del libro al debate académico sobre la circulación del saber científico-técnico en la cultura española son de alcance. Es casi una norma que gran parte de los capítulos son abordados o por los especialistas indiscutibles del campo estudiado, citemos por ejemplo la electricidad y José Antonio Moreno, la gramática y Brigitte Lépinette o el capítulo introductorio del reconocido historiador de la ciencia José Ramón Bertomeu, o por investigadores ampliamente versados en el campo de estudio. En otros casos, sin poder considerar a los investigadores una referencia en el campo estudiado, por su juventud en muchos casos, las contribuciones son esclarecedoras y aportan datos nuevos sobre disciplinas aún no muy exploradas. Sirvan como ejemplo el capítulo de Natalia Campos[1], que analiza el dominio musical en el XIX con gran erudición, o la contribución de José María Castellano[2] donde se trata con minucia la traducción del Tableaux chronologiques de Michelet y su difusión española de la mano de la traductora Francisca Pulido Espinosa.

Además de las cualidades científicas innegables de los capítulos del volumen y de la coherencia en su presentación conjunta, es necesario indicar el cuidado editorial que se ha tenido en la preparación de la publicación, así como su belleza. Las frecuentes ilustraciones que aparecen en la mayoría de los capítulos dan testimonio de los corpus estudiados y convierten la obra en un instrumento no sólo útil para el investigador interesado por la historia de la traducción, sino también en una reproducción fiel de un gran número de obras fuera de la circulación, que harán las delicias de los amantes de los libros antiguos.

Si quisiéramos añadir algún comentario a la obra que reseñamos, que quizás hubiera podido mejorar el resultado final, solo podríamos decir que se hubiera agradecido una estructuración de los capítulos menos lineal y que correspondiera a las diferentes metodologías expuestas por las editoras en las páginas preliminares. También consideramos que hubiera podido ser necesario un cribado de ciertos capítulos, especialmente el último firmado por Hugo Marquant[3], dedicado a una obra del siglo XVI (la Relectio de Indis de Francisco de Vitoria), lo que hubiera permitido dar una mayor coherencia al volumen.

A pesar de estos mínimos apuntes, propios de toda reseña, nuestra opinión general sobre el volumen editado por las profesoras Brigitte Lépinette y Julia Pinilla Martínez sigue siendo muy favorable y hará las delicias de quienes se interesan por la evolución de la ciencia y la técnica en lengua española, especialmente aquella generada durante la centuria decimonónica y de base francesa.