Abstracts
Résumé
Le vieux Marx a consacré certaines des plus belles pages du Capital (1867) au contrat de travail. Rédigées dans un style dramatique, voire théâtral — on y suit un ouvrier rétif, qui passe un contrat avec un bourgeois en odeur de sainteté —, ces pages entraînantes, que l’on a peu lues et peu commentées jusqu’à présent, permettent aujourd’hui de mieux comprendre l’idée que Marx se faisait finalement du droit. Car si l’on s’est beaucoup intéressé aux remarques métajuridiques que Marx a glissées ici et là dans ses manuscrits, fussent-ils achevés ou non, outre que l’on s’est penché sur sa critique juvénile de la philosophie hégélienne du droit, on s’est nettement moins attaché à la place que tient le contrat de travail dans Le capital. Comme le montre pourtant Marx, c’est par le respect du contrat que le capitaliste exploite l’ouvrier, et non par sa violation.
Abstract
Although Marx dedicated some of the finest pages of Das Kapital (1867) to the employment contract, there has been little discussion or awareness of these passages. Yet, through the tale of a reluctant worker and his contract with an elite, these lively pages allow us a deeper understanding of Marx’s conception of right in his later years. While much attention has been paid to Marx’s metajuridical remarks and his youthful critique of Hegel’s philosophy of law, very little has been paid to this later exploration of the employment contract, where he explains that capitalist exploitation of workers relies on observance, rather than breach, of the employment agreement.
Resumen
El viejo Marx consagró algunas de las páginas más bellas en El capital (1867) al contrato de trabajo. Estas han sido redactadas con un estilo dramático, incluso teatral — en las que un obrero reticente celebra un contrato con un burgués admirado por los demás. Estas páginas alentadoras que poco han sido leídas y han sido poco comentadas, permiten hoy día comprender mejor la idea de que Marx, finalmente, formaba el derecho. Puesto que se le ha prestado atención a los comentarios metajurídicos que Marx ha hecho aquí y allá en sus manuscritos, independientemente de que hayan sido terminados o no, además de interesarse en su crítica juvenil de la filosofía hegeliana del derecho, se le ha prestado mucho menos atención al lugar que ocupa el contrato de trabajo en El capital. Sin embargo, como lo demuestra Marx, es por respeto al contrato que el capitalista explota al obrero, no por su violación.